jueves, 29 de marzo de 2007

El Mensaje de la Diosa

Ella obedecía cada vez que él hablaba, no se atrevía a evidenciar cualquier intento de descubrir el porqué de aquellas reacciones, su temor y sometimiento era tal que no realizaba ninguna tarea sin pedirle opinión.
El temor a equivocarse se guarecía en su corazón y le hacía presa de caer en la tentación de pensar y actuar por sí misma, sólo conseguía evadirse de aquella desesperanza, cuando soñaba con otra realidad distinta, donde la sensibilidad de aquel ser que tanto amaba se hiciera patente. Pero al despertar de aquella fantasía recogía los restos de aquel sueño y proyectaba su mirada en la cruel realidad.
Atenuada, se hacía el propósito de ser mejor cada día, con la esperanza de conseguir que la empatía hacia su amado diera sus frutos algún día.
En medio de aquel sinuoso camino con el alma despojada de toda esperanza, con un grito agonizante, llamaba a las puertas de la muerte para que la sacara de aquel infierno que era para ella la vida .Entonces escucho la voz de la Diosa que le hablaba desde su interior, ella le dio argumentos para revivir su debilitado corazón, alimentó su autoestima y la vistió de la ilusión suficiente para expulsar toda la ansiedad que sentía, respondiendo positivamente ante la naturaleza de aquel cruel deseo.
Después de un segundo de meditación la joven supo que ya no podían desposeerla de ninguna confortable posesión. Pues ya carecía de la satisfacción que supone vivir en un paraíso. Se sentía despojada de todos los cinco sentidos que puede tener un ser y oculta bajo la sombra de la esclavitud.
Así ahogando sus lágrimas decidió resucitar de las cenizas de aquel calvario, poco a poco como se evaporan las gotas de rocío al alba, despertó al amanecer de un nuevo día. En aquella mísera existencia llena de desdichas que se había incrustado en su mente descubrió la salvación de su alma. Había un bello mundo oculto entre las tinieblas.
Cierto día estoicamente decidió no conformarse con su vida y arrancar un poco de felicidad de aquel universo que le había sido prohibido y dirigiéndose a su maltratador le dijo:
-¿Por qué piensas que estas siempre en el camino correcto?, ¿por qué amas imponiendo amor y obediencia?, ¿por qué no aprendes a compartir y admitir las decisiones de los demás?. ¿Por qué simulas bondad donde hay anulación de libertad?. Y gozas de tu avidez para controlar el mundo a tu capricho. Tu corazón no tiene compasión y utilizas la fuerza ante la debilidad de los demás.
El joven exclamó: -¿Cómo te atreves, a levantarte contra quien te alimenta, te ha dado un lecho donde dormir y se esfuerza cada día en mejorar tu existencia?.
La joven intentó que su amado reflexionara con sus palabras, quería darle otra oportunidad, pero sus convicciones de estar en posesión de la verdad eran demasiado sólidas para que intentará al menos comprenderla. Así pues, con el dolor de su corazón e ignorando los argumentos de aquel ser al que había amado tanto tiempo la joven se fue alejando lentamente. Mientras el joven montaba en cólera al comprobar que la había perdido para siempre.
Ella ya no le necesitaba ahora sabía que podía cuidar de sí misma, porque el mensaje de la Diosa estaría grabado a fuego en su corazón eternamente.
“¡Ponte de pie y hazte valer!, Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando estés muy emocionada/o, exprésalo; cuando quieras algo, pídelo; cuando quieras la verdad, dila; cuando desees tener una experiencia, tenla; cuando quieras amor, dalo. Cuando quieras que otras personas crean en ti, cree en ti mismo/a.”

A los hombres y mujeres para que respeten la libertad individual.
Especialmente a esas mujeres que sufren una situación de subordinación para que consigan salir sin tener que pagar con su vida.
Y a esas jóvenes que rechazan la opresión, la discriminación, que deciden por ellas mismas y se fortalecen para conseguir una sociedad en la que reinará la igualdad, la paz, la ecología, el amor y la solidaridad. Nuestro futuro depende de ellas.

“Salud y república”.

Madres con olor a violetas

Apenas pudo ir a la escuela,
aunque aprendió a leer a pesar que le tocó vivir aquella posguerra.
Su madre no tuvo la suerte que tuvo ella,
en la medida que podía enviaba arroz, harina y azucar a su maestra.
Había almacenado en su memoria pequeñas historias que le había contado su abuela,
canciones populares sobre represión social, políticas basadas en la realidad de aquella época.
Las mujeres cantaban en los tajos llenas de sentimientos y calma serena,
marcaban un rechazo hacia la discriminación a determinadas situaciones, en las que ellas mismas podían verse inmersas.
Con apenas once años ya estaban trabajando, y pasaban a ser mujeres aquellas niñas pequeñas,
realizando en los cortijos infinidad de duras tareas.
Aprendieron de las mayores toda clase de bordados, labores, cantos y a tocar la pandereta,
y en las largas noches de invierno con algunas de maestras iban realizando ajuares a la luz de las candelas.
Así pasaron los años y en plena adolescencia,
el amor que por allí pasaba se paró y llamó a su puerta.
Llenó su alma de sueños, ilusiones, ganas de vivir y muchas metas,
se casaban y emigraban en busca de una mejora alejandose de su tierra.
Atrás quedaba el trabajo en el campo, los sudores de las siegas,
se llevaban costura a casa siendo partícipes activas de la España industrial y del trabajo en cadena, ahora las fábricas eran ya parte de ellas.
Algunas a los pocos años volvieron dejando atrás las empresas,
añoraban su familia, sus raices y no podían soportar la pena.
Se instalaron en casa de nuevo, trabajando en el campo, recolectando cosechas,
por fin regresaron de nuevo a su tierra.
Trabajaban duro educando, volcadas en su familia y sacrificando el poco tiempo que les quedaba a ellas,
cuidaron abuelos e hijos y ahora cuidan de sus nietas.
Colaboradoras inconscientes de la liberación que en su corazón desean,
incansables trabajadoras, aconsejan sin dejar de hacer sus tareas.
Con su amor y dedicación diaria facilitan el trabajo de todas sus hijas y nueras,
para que se integren en el empleo y avancen hacia una igualdad de ideas.
Siguen enseñandonos cosas, labores, y todas aquellas recetas,
que heredaron de sus madres y las canciones e historias que les contaban sus abuelas.
Siempre sacrificadas con amor y mucha paciencia,
volcadas en su familia despiertan la curiosidad de sus nietas.
Como le contaron a sus hijos y ahora les cuentan a ellas,
las historias de sus vidas de escasez, hambre y miseria,
Enseñaron valores, respeto y convivencia,
a pesar que la dictadura reprimía la libertad en potencia.
No existe cosa en el mundo como el amor que ellas procesan,
dandonos alegría e ilusión y así apagan sus penas.
Ahora ya un poco mayores por fin han vuelto a la escuela,
recuperando esas amigas que tuvieron de pequeñas.
Disfrutan de las clases, los viajes y las meriendas,
y con su maestra aprenden ya saben más que sus nietas.
Han pasado ya bastante, ahora es su momento,
y les toca vivir a las abuelas.
Siempre estaras en el corazón de tus hijos,
y jamás morirá tu amor porque vivirá reflejado en tus nietas.
Gracias ahora les digo, a esa niña, madre y abuela
ojalá nunca nos falten sino no se que vamos a hacer sin ellas.
Dedicado a mi madre, y a todas esas madres y abuelas que sin dejar de trabajar han dedicado su amor y su vida a los suyos. Ellas son el pilar más importante que puede tener una familia. Gracias a todas esas mujeres que nos quieren y nos hacen la vida más fácil.

Violetas Republicanas

Las Violetas Republicanas
Este blog esta dedicado a todas esas mujeres que no han dejado de soñar en un mundo justo e igualitario; a todas esas madres y abuelas que educan en igualdad; a todas esas mujeres ilustres tan olvidadas y a todas aquellas que hacen visible lo invisible; que ponen unas gafas violetas a la sociedad para que pueda ver las injusticias que las mujeres hemos sufrido durante siglos y seguimos sufriendo en la actualidad.
"Hay mujeres que son diariamente apaleadas, violadas, que son esclavas, mutiladas, prostituidas, vendidas y humilladas, si ellas siguen viviendo y resistiendo cada día nosotras tenemos la obligación de ser la voz de todas las que no tienen porque se la han negado. "
Con esta frase que nos desgarró a todas el alma cuando una amiga la leyó en unas jornadas feministas quiero comenzar este blog en agradecimiento a todas mis compañeras y amigas que trabajan para que las mujeres tomemos conciencia de lo mucho que significamos y de todo lo que somos capaces de hacer por un mundo más igualitario, solidario y tolerante.
Salud y República para las violetas.